sábado, 11 de octubre de 2008

Borrando límites...

Manuel Castells publicó uno de los estudios más amplios sobre la llamada "Sociedad de la Información", hace más de 10 años, analizó las modificaciones políticas, económicas, socio-culturales que se generaban como consecuencia de la "revolución digital". La complejidad de la globalización y la interconexión , la transformación del trabajo y la cultura fueron abordados en "La sociedad en red", utilizando el concepto de "sociedad informacional" para aludir a un tipo de organización social, en la que "la generación, el proceso, la transmisión de la información se convierten en fuentes fundamentales de productividad y poder, debido a las nuevas condiciones tecnológicas". Este concepto es claramente distinto al de sociedad de la información, porque según Castells, la información ha existido siempre y en este período histórico las diferencias están determinadas por el uso exhaustivo de la misma. Es interesante destacar que al relacionar el caracter global de la sociedad red, con la productividad y el poder, vincula gestión, información y economía con conocimiento tecnológico, proponiendo un nuevo modelo socio-cultural de interacción y organización, donde la información es el eje vertebral. En este modelo, Internet es, la sociedad y representa los procesos, los intereses, los valores y las instituciones sociales; la infraestructura tecnológica permite nuevas formas de interacción que no podrían existir sin Internet, por lo que también representa el medio de comunicación, "el corazón del paradigma sociotécnico, que procesa la virtualidad y la transforma en realidad".

En este emergente escenario globalizado, donde las modernas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) modifican los contextos de la actividad humana, no solo los laborales, sino también los educativos, resulta necesario que , en función de sus posibilidades y limitaciones, los sistemas educativos, planifiquen transformaciones que vayan en paralelo con la sociedad red, para que la idea de información, conocimiento y aprendizaje, no queden reducidas al uso de las computadoras e Internet, creando nuevas identidades y formas de inclusión y exclusión que amplien la llamada "brecha digital". Existen criterios que tendrían que resignificarse: la educación vinculada esencialmente al aprendizaje, la información asociada generalmente al conocimiento, los límites tienden a borrarse y surge la necesidad de transformar la sociedad de la información en sociedad del aprendizaje, una sociedad, en donde todas las herramientas y tecnologías puedan ser aprovechadas mediante estrategias que permitan la acciones transformadoras y superadoras para poder insertarse en la realidad global.